El hermano secreto de Peter Lorre nunca gozó de gran popularidad. Aquí le vemos en una pésima interpretación en un oscuro filme de serie B de los años cincuenta.
Recientes pesquisas en los archivos de RKO han sacado a la luz unos polvorientos rollos de celuloide de los que hemos sacado este fotograma. Parece ser que el hermanísimo de Mr Lorre interpretaba a un mediocre agente de seguros que tenía un encuentro en el desierto de Mojave con unos seres extraterrestres que le utilizaban como cobaya para sofisticadas trepanaciones y demás lindezas. Nótese el gesto impotente y atemorizado de Lorre II ante la inminente disección psíquica que los doctores extraterrestriales se disponen a acometer.
Peter Lorre vive ahora en Beniaján (Murcia), se hace llamar Pedro López, ha reconocido a su hermano y le hace trabajar en su huerto. Lo he reconocido por el retrato, porque hace dos semanas en la carretera que lleva a la Fuensanta me vendió dos kilos de tomates. Está igualico igualico.
El hermano secreto de Peter Lorre nunca gozó de gran popularidad. Aquí le vemos en una pésima interpretación en un oscuro filme de serie B de los años cincuenta.
Hola. Soy Peter Lorre y le agradezco el gesto de hacerme saber que tenía un hermano.
ResponderEliminarSuyo,
P.Lorre
¡¡¡Yo!!! soy Peter Lorre y no tengo ningún hermano... Esto es pura fantasía.
ResponderEliminarP.W. Lorre
Recientes pesquisas en los archivos de RKO han sacado a la luz unos polvorientos rollos de celuloide de los que hemos sacado este fotograma.
ResponderEliminarParece ser que el hermanísimo de Mr Lorre interpretaba a un mediocre agente de seguros que tenía un encuentro en el desierto de Mojave con unos seres extraterrestres que le utilizaban como cobaya para sofisticadas trepanaciones y demás lindezas.
Nótese el gesto impotente y atemorizado de Lorre II ante la inminente disección psíquica que los doctores extraterrestriales se disponen a acometer.
Peter Lorre vive ahora en Beniaján (Murcia), se hace llamar Pedro López, ha reconocido a su hermano y le hace trabajar en su huerto. Lo he reconocido por el retrato, porque hace dos semanas en la carretera que lleva a la Fuensanta me vendió dos kilos de tomates. Está igualico igualico.
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